Entrada 200, que
no es lo mismo que 200 recetas, hay también algunas entradas de libros, pero no
está mal, espero acabar el año con las 200 recetas completadas y alguna más y
el año que viene a por las trescientas.
En el
blog de Mikel Iturriaga, El comidista, colabora desde hace un tiempo Mónica
Escudero. Antes tenía una participación menos relevante, aparecía como “moderadora
de comentarios”, pero ahora escribe algunos de los artículos que aparecen en el
blog.
La
sección que lleva ella es la de la receta invitada, donde se publican recetas
que los lectores envían y que ella prueba y, a veces, modifica algo.
De
esta sección es la receta que publico hoy y que fue enviada por unos amigos de
la escritora que se llaman Fran Carmona y Laia Moret. La receta me pareció
interesante por los ingredientes, sobre todo por la adición de las alcachofas.
Todo ello y mi afición por la pasta hicieron que la guardara para hacerla un
día y ya llegó ese día.
Recomienda
utilizar alcachofas confitadas en aceite bien hechas por uno o sino de bote. También
se puede hacer con alcachofas al vapor. En cuanto a la carne la receta original
era con butifarra, yo utilicé salchichas de ternera y cerdo. Apunta y lo tengo
en cuenta para una próxima vez, que puede utilizarse butifarra dulce o del
Perol o negra e incluso, y este el dato que me apunto, morcilla de cebolla.
Cuando
la haga os lo diré y quizás la publique como una nueva entrada.
De
alcachofas utilice una tipo baby que encontré congeladas y quedan muy bien, las
hice confitadas en aceite y aunque requiere gran cantidad del mismo no hay que
preocuparse porque se puede guardar y utilizar para otros menesteres.
La
pasta, ella espaguetis, yo lingüini y ustedes la que quieran siempre que sea
una pasta larga: las mencionadas o bucatinis, tallarines, parpadelle, etc.
No hay
más misterios que los de siempre, buenos ingredientes y un poco de amor.
Falta
lo de siempre: Vigilen su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 320 gr de lingüini
u otra pasta larga
- 300 gr de
salchichas o butifarra
- 2 cebollas mediana
- 3 dientes de ajo
- 16 corazones de
alcachofas baby (Los compré congelados.)
- 1 vasito de vino
blanco
- 1 ramita de romero
fresco
- Parmesano rallado
al gusto
- Aceite de oliva
virgen extra, sal Plus+ Costa, pimienta
PREPARACIÓN:
En primer lugar ponemos a confitar las alcachofas, ara ello
las ponemos bien juntitas, para ahorrar aceite, en una sartén pequeña pero
honda, añadimos aceite hasta casi cubrirlas y dejamos hacer a fuego muy lento
hasta que los bordes superiores empiecen a dorarse. Las sacamos y reservamos.
El aceite sobrante se puede guardar y volver a utilizar.
Mientras se confitan las alcachofas ponemos a hervir una
olla con abundante agua y sal. Dicen los entendidos que cuando empiece a hervir
colocamos la pasta en la olla apoyándola sobre el borde y veremos que
sobresale, a no ser que utilicemos una olla muy alta, hay que dejarla así y
poco a poco la pasta va cayendo, removemos para que no se pegue y dejamos hacer
hasta el punto que nos guste, pero procuremos que no quede muy blanducha.
Mientras hierve la pasta, ponemos una sartén con un poco
del aceite de confitar las alcachofas ponemos a pochar la cebolla bien
picadita, el ajo laminado y la ramita de romero.
Una vez que la cebolla esté un poco dorada añadimos la
butifarra o las salchichas cortadas a rodajas y damos unas vueltas que se hagan
por fuera.
Añadimos el vino y dejamos reducir. Una vez reducido
retiramos la ramita de romero.
Hecha la pasta la escurrimos y la añadimos a la sartén
con la cebolla y la butifarra, mezclamos bien y dejamos hacer un par de minutos
para que se mezclen los sabores.
Emplatamos poniendo la pasta y sobre las alcachofas con
cuidado de no romperlas, si se quiere se espolvorea con un poco de parmesano recién
rallado.
Cada comensal a su gusto puede trocear las alcachofas y
mezclarlas con el conjunto.
Un buen tinto sería ideal para acompañar.
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