Hace
años que decidí no hacer listas de propósitos en año nuevo, pues luego no
cumplía ninguna, pero este año quiero hacer una sólo respecto a este blog y es
el propósito de publicar dos recetas, al menos, por semana. Serán pues un
mínimo de 0cho recetas por mes, entre las cuales procuraré que dos o tres sean
de pasta, mi plato preferido y una, al menos, critica de libros de cocina, amén
de otras particularidades.
Vamos
a poner manos a la obra que la semana pasada no publiqué ninguna.
Empiezo
con una bebida con caquis.
Es
una variante del daiquiri, mi preferido, con la adición de caquis que están ya
casi al final de su temporada.
El
caqui es una de mis frutas preferidas, siempre me han gustado, aun que
reconozco que están buenos cuando están maduros y son una lata de comer, pues
te pringas cantidad, pero su sabor y dulzor compensaban el problema, pero
después salieron los caquis parsimón y se acabaron los problemas.
El
caqui es una fruta de origen asiático, ya se cultivaba en China y Japón desde
el siglo VIII y llegó a España en 1870.
El
nombre viene del japonés kaki y es un fruto que no se puede comer hasta que no
ha sobre madurado, pues su alto contenido en taninos lo hace muy astringente.
Por tanto no se recolectaba hasta estar maduro y después se sobre maduraba en
cámaras, esto hacía que el fruto fuese muy delicado y dificultaba la
comercialización. Este es el caqui que se conocía, pero se vio que si se
recogía el fruto sin madurar y se sometía a un tratamiento especial podíamos
tener una fruta con el mismo sabor, pero con una consistencia más dura, son los
famosos caquis parsimón.
El
proceso consiste en recolectar la fruta sin madurar y mantenerla en cámaras a
20ºC y con una atmósfera de 5000 ppm de etanol y un 90% de humedad durante 2 a
4 días.
Así
pues nos encontramos con un solo fruto, el caqui de la variedad rojo brillante
que encontramos en las tiendas como el caqui clásico de toda la vida y el
parsimón más duro, pero es el mismo tipo.
Existe
una tercera variedad, el sharoni, que es más pequeño y más chato de origen israelí
y similar a la variedad americana Triumph.
Desde
hace años se cultiva extensamente en la Ribera del Jucar, donde tienen
denominación de origen protegida y en esa zona ha sustituido al tradicional
cultivo de naranja. La variedad comentada rojo brillante es autóctona de ahí.
El
caqui en sus distintas variedades permite diferentes presentaciones, podemos
encontrar en la red una receta del Agua de Carlet, semejante al Agua de
Valencia, pero sustituyendo la naranja por el caqui, también encontrarán unos
brioches con caqui y esta que les ofrezco hoy sacada del blog El comidista.
Como
les decía es una variante del daiquiri frozen, ya les presenté uno de fresa y
ahora les ofrezco este de caqui. Se han de utilizar caquis bien maduros y que
estén dulces, por eso podemos aprovechar esos frutos que se nos han ido
quedando sin comer y ahora están muy maduros.
Espero
que les guste pues es muy refrescante y delicioso. Recuerden lo de vigilar su
alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas:
- 2 caquis clásicos maduros
- 160 ml de ron blanco (Yo uso Bacardi
Superior)
- 3 limas
- 1 cucharada azúcar moreno
- 8-12 hielos
- cacao en polvo para adornar (Opcional)
PREPARACIÓN:
En una batidora ponemos los dos caquis
enteros sin el cáliz que acostumbra a ser duro, podemos ponerlos enteros con la
piel si los hemos lavado con cuidado o pelarlos lo mejor que podamos.
Añadimos el zumo de dos de las limas, el
ron que normalmente se utiliza blanco, no añejo, pero si desean pueden
utilizarlo, hasta un ron agrícola quedaría bien.
Ponemos los hielos y batimos hasta
deshacer los hielos, añadiremos el azúcar si vemos que no está suficientemente
dulce, mezclaremos y serviremos en copas de Martini adornadas con una rodaja de
lima y si queremos espolvoreamos un poco de cacao en polvo.
Si no son cuatro personas varíe las
cantidades en proporción o mejor tómese usted los cuatro.
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