Bocadillo Sant Pau

¡Échame un cable! Nº 7

Debido a una enfermedad coronaria que he padecido durante mucho tiempo y que finalmente se ha resuelto con un trasplante, he estado bastante tiempo, bien ingresado, bien de visitas de control, en el hospital de Sant Pau de Barcelona . De ahí tengo un par de recetas que he copiado para ponerlas en el blog, pues me han parecido interesantes.

Una es de las veces que he estado ingresado y se trata de unas hamburguesas, que por cierto era casi el único plato bueno que hacían, pues en general, si las comidas de los hospitales acostumbran a no ser muy buenas, las de este hospital son francamente deficientes a excepción de estas hamburguesas, que otro día pondré.

En bastantes de las visitas de control tenía que estar en el hospital muy temprano y en ayunas, pues me tenían que hacer análisis de sangre. Así que después de la extracción, lo primero que hacíamos era ir a la cafetería y desayunar algo. Ahí es donde vi y casi siempre compro, este bocadillo que hoy les presento.

Lo he llamado bocadillo Sant Pau por razones obvias. Es una combinación que primero me chocó, pero que resulta muy buena.

Lo básico del bocadillo es el salmón, el queso fresco y el tomate, pero podemos hacer muchas variaciones: sustituir el salmón por jamón york, no poner tomate, a veces en el hospital le ponen huevo duro.

El único problema que tuve para hacerlo es el pan, allí utilizan unos brioches grandes (Les he puesto una foto de cómo lo venden) qué aquí en el pueblo no he encontrado, así que tuve que sustituirlo por panecillos de leche que son más pequeños, por eso me hago dos.

Pruébenlo, para desayuno o merienda es ideal con un té, un café con leche o un zumo. Con este bocadillo estarán vigilando su alimentación.

Este es el original

INGREDIENTES:

Para 1 personas:

- 2 panecillos de leche o brioches

- 2 rodajas de tomate

- 2-3 lonchas de salmón ahumado

- 2-3 lonchas de queso fresco tipo Burgos

PREPARACIÓN:

Abrimos los panecillos por la mitad.

Repartimos el salmón y el queso entre los dos.

En cada uno ponemos una rodaja de tomate partida en dos.

Cerramos los panecillos y listo.