Recientemente han abierto
un establecimiento en Manresa, la capital de la comarca donde vivo y que está a
tan solo 15 Km del pueblo, que vende principalmente frutas y verduras, pero
también otras cosas como conservas y carne. Lo que lo diferencia de otros
establecimientos es que todos los productos que tiene, sobre todo los
hortícolas, son de lo que ahora se llama productos Km 0. Es decir, todos son
productos de la comarca y que por tanto garantizan una gran frescura.
En una visita a la ciudad
pasé a verla y realmente está muy bien montada y está muy bien surtida.
Encontré una verdura que no conocía: los calabacines amarillos, conocía los
blancos y los verdes de siempre, pero estos no y compré unos cuantos.
Luego en casa pensé en cómo
hacerlo para que se viese su colorido y decidí hacer este salteado que es muy
sencillo y que había visto uno similar en un producto congelado.
La receta es muy sencilla
por lo que la he incluido en la sección de ¡Échame un cable!, pues es apta para
cualquiera sin grandes conocimientos culinarios. Se pueden variar los
componentes, pero los que he utilizado dan una mezcla de colores atractiva. El
sabor es delicioso y no hay duda que es muy sana.
La cebolla de Figueras es
una cebolla más dulce que la habitual y se distingue por ser morada en la parte
exterior de las capas de cebolla, no es exactamente la cebolla roja o morada
que también existe.
El plato puede servir como
un primero ligero o bien como una guarnición para carnes.
Nada más, les dejo la
receta que no requiere gran explicación, así que comencemos y recuerden:
vigilen su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 1 ½ calabacines amarillos
- 1 ½ calabacines verdes
- 1 cebolla de Figueras grande
- 12 tomatitos cherry
- Aceite de oliva virgen extra, sal
Costa, pimienta, albahaca
PREPARACIÓN:
Lavamos y secamos los calabacines y los tomatitos. Los calabacines los cortamos por la mitad longitudinalmente y luego los cortamos en medias lunas. Los tomatitos los cortamos por la mitad.
La
cebolla la pelamos y picamos en dados pequeños.
Mezclamos
todas las verduras y salpimentamos al gusto.
En
una sartén alta o un wok ponemos un poco de aceite y añadimos las verduras, las
vamos salteando hasta que se pierda el agua de vegetación. No debe hacerse
mucho sino que quede el calabacín un poco al dente.
A
media cocción añadimos un poco de albahaca seca o fresca. Si se desea se pueden
añadir otras especies, pero conviene no cargarlo mucho de sabores.
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