La Flammekeuche o
Flammkuchen o en francés llamada tarta flambée es un plato típico de las
regiones de Alsacia en Francia y del Palatinado y Baden en Alemania.
Es lo más parecido a una
pizza sin serlo, de hecho hace tiempo que la había comido muchas veces en una
cadena de pizzerías francesa pero que la llamaban pizza Capri, pero los
ingredientes eran los mismos. Más tarde conocí su nombre real y ahora se las
ofrezco.
Es muy sencilla y rápida de
realizar, pero tiene un sabor genial. Su origen según se cuenta está en los principios
del siglo 20 y comenzó con unas finísimas tortas de pan que se utilizaban para
tantear la temperatura del horno donde después se cocería el pan. Luego surgió la
idea de aprovechar esas tortas poniendo diferentes ingredientes sencillos. De
ahí pasó a convertirse en un plato reconocido y adoptar la fórmula tradicional
con la que se conoce hoy en día.
Por tanto en un principio
la masa utilizada se hacía a base de harina y agua solamente, actualmente se
utiliza una masa muy parecida a la de la pizza y la propuesta mía es a base de
utilizar una base de pizza de las que venden ya hechas.
Pueden ustedes usar las
formulas que hay por la red para preparar la masa, pero creo que no vale la
pena, pues podemos encontrar bases de pizza bastantes buenas. Yo he utilizado
la finísima de La Cocinera que es rectangular, pero puede usarse la redonda,
incluso se podría hacer con una base de hojaldre.
Los ingredientes son pocos
y por eso debemos usar de buenos, los lardones son tiritas de bacon que venden
ya cortadas y que se utiliza mucho en la cocina francesa, si no los encuentran
utilicen el bacon en tiras y hagan pequeñas tiras. La nata a emplear debe ser
una crema un poco espesa y se puede hacer también con crème fraiche. Al ser una
masa fina hay que tener mucho cuidado con el horno que no se nos queme.
Vamos con ella y como
siempre vigilen su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 2-3
personas
- 1 base de pasta para pizza, redonda o
cuadrada
- 2 cebollas tiernas medianas
- 200 gr de lardons
- 30 cl de nata líquida espesa
PREPARACIÓN:
Precalentar
el horno a 240ºC.
Pelamos
y cortamos las cebollas por la mitad y cada mitad vamos cortando como para
juliana. Una vez cortada separaremos las láminas de cebolla para poderlas
repartir bien.
Extendemos
sobre la placa de horno la base de la pizza usando el papel en que viene como
base. Repartimos uniformemente la cebolla y los lardones.
Terminamos
bañando la preparación con la nata líquida, no hace falta poner sal pues los
lardones ya son suficientemente salados.
Metemos
la placa al horno y horneamos de 5 a 10 minutos vigilando que no se queme.
Tradicionalmente
se lleva a la mesa troceada y cada comensal coge su parte y se la come a mano sin cubiertos.
Puede servir de primero o para una merienda o una cena ligera. Incluso podría cortarse en trozos pequeños y utilizarlos de canapé. Servir caliente.
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