Antes que nada deseo hacer un minuto de silencio por la muerte de mi ordenador, eso me ha mantenido alejado de mis seguidores (¿Hay alguno?). Ahora con uno de nuevo en el que me pierdo con el dichoso Windows 8 ya estoy de nuevo dando la guerra, así que vamos con la receta de hoy.
Muchas
veces para comer nos hacemos de primero unos espárragos trigeros a la plancha,
es un plato que puedo hacer todo el año ya que lo compro congelado y no
necesito estar pendiente de la temporada.
Normalmente
los comemos simplemente hechos a la plancha sin acompañamiento alguno, otras
veces hago una vinagreta a base de aceite, vinagre, mostaza y alguna especie.
Pero el otro día hablando con mi hermano me comentó que a veces los ha comido
en un restaurante que frecuenta con salsa romesco y pensé que tenían que estar
buenos, así que esta vez los he hecho así.
La
salsa romesco es una de las salsas más conocidas de la cocina catalana, su
origen está en la provincia de Tarragona y el nombre deriva del mozárabe
remescolar que significa mezclar cosas. Se utiliza para muchos platos: bien
para acompañar carnes o pescado, a veces
verduras, otras entra en la composición del plato como el pescado en romesco,
pero quizás su uso más conocido sea como acompañamiento de los calçots.
En
este último caso también se utiliza una salsa muy parecida llamada salvitxada (De
salsa y bitxo que es un tipo de guindilla), también existe otra variante que se
utiliza para la ensalada llamada xató y que veremos otro día.
Como
todas las salsas populares no existe una única receta sino que cada familia
tiene la suya, pero básicamente se compone de tomates asados (Escalivados),
ajos también asados, almendras, vinagre, sal y algo de picante. Muchas veces se
le añade ñoras (Pimiento choricero) o pimentón. Por sus componentes ya vemos
que no es una salsa muy antigua, se conocen referencias del siglo XVII, que es
un cuando el tomate venido de América se populariza.
Yo les
voy a dar la receta que hacía mi madre y que le enseñó un amigo mío, que a su
vez había conocida la receta de su familia. He hecho alguna variante de la
receta de mi madre, por ejemplo: utilizo pimentón de la Vera que le da un gusto
ahumado muy bueno y si quieren que la salsa pique un poco usen la variedad
picante. No suelo poner ñora. Las almendras pueden usarse crudas, pero mejor que sean tostadas, pero
sin salar. El aceite que no sea demasiado fuerte qué no enmascare el gusto de
la salsa. La cantidad de vinagre a gusto del consumidor, pero no debe haber
mucho que nos resulte una salsa avinagrada. Una vez hecha se conserva bastante
bien en la nevera unos cuantos días, nunca he probado a congelara, algún día lo
haré.
Pueden
variar elementos, los básicos son el tomate, los ajos y las almendras, a partir
de ahí todo vale como en las peleas barriobajeras.
Pueden
utilizarla para muchos otros platos como por ejemplo pescado en salsa o
sustituyendo la mayonesa en ensaladillas, para aliñar ensaladas, en fin todos
los usos que su imaginación y un buen resultado puedan tener.
Nada
más, como siempre vigilen su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 48 espárragos
trigueros, no muy gruesos
- 3 tomates medianos
no muy maduros
- 1 cabeza de ajos
- 125 gr de
almendras
- ½ taza de aceite
de oliva virgen extra
- 1-2 cucharadas de
vinagre según el gusto
- Aceite de oliva
virgen extra, sal Costa, pimentón dulce de la Vera
PREPARACIÓN:
Preparamos primero la salsa, para ello en una fuente para
el horno ponemos los tomates enteros y la cabeza de ajos cortada por la mitad
transversalmente. Los asamos unos 30 minutos a 180ºC.
Una vez asados pelamos los tomates y los ponemos en el
pote de la batidora, añadimos la pulpa de los ajos que saldrá fácilmente
apretando cada mitad como si exprimiésemos un limón.
Añadimos las almendras, el vinagre, el pimentón, el
aceite y un poco de sal. Trituramos todo hasta obtener una pasta homogénea
parecida a una mayonesa, si queda muy espesa podemos añadir más aceite y si
queda muy clara podemos añadir más almendras. Rectificamos de sal, de pimentón
y de vinagre si es necesario.
Una vez hecha la pondremos en la nevera para que se
refresque un poco. Aunque se puede comer tibia.
Entretanto en una plancha pondremos los espárragos, si
utilizan congelados no hace falta que los descongelen. Rociamos un poco de aceite y salamos. Los dejemos
hacer vigilando que no se quemen y les iremos dando vuelta para que se hagan
uniformemente.
Una veces hechos los repartimos en los platos y napamos
con la salsa por enmedio o por el extremo final. El resto de la salsa la
ponemos en un bol para que cada comensal se añada más si quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario