Hacía
tiempo que no hacía una receta de pasta con lo que a mi me gusta, además es un
ingrediente que permite montones de recetas que podemos encontrar en la red.
Esta
la encontré en una revista, Lecturas, y por su sencillez y por utilizar otro
ingrediente que me gusta mucho, el queso, decidí hacerla.
Como
ven es muy sencilla y barata, la receta original utilizaba queso azul, manchego
tierno y parmesano para confeccionar la salsa, pero a mi mujer no le gusta el
sabor fuerte del queso azul así que busqué otra combinación. De hecho se pueden hacer
diferentes combinaciones, yo escogí mezclar queso Mahón, emmenthal y parmesano,
podría hacerse con otras mezclas como gruyere, taleggio y parmesano, o con
pecorino o con…, muchos quesos podrían entrar en esta combinación, pero siempre
que fundan bien.
En
cuanto a la pasta respeté la original, caracolas, o sea conchiglie rigate para
ser más exacto. Se podría hacer con casi cualquier otra clase de pasta, pero
las cavidades de las caracolas se llenan de la salsa y queda mejor el plato.
Es
casi una norma que la salsa debe esperar a la pasta, es decir, primero haremos
la salsa y después hervimos la pasta y luego mezclamos, así el mismo calor de
la pasta recién hervida nos compensará el calor perdido de la salsa.
En
este caso no respetaremos la norma pues si hacemos primero la salsa perderemos la
fluidez de la misma mientras hierve la pasta.
Vigilen
su alimentación, coman variado, pero equilibrado.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 350 gr de conchiglie
rigate (Caracolas)
-80 gr de queso de Mahón
- 80 gr de emmenthal
- 80 gr de parmesano
- 250 ml de leche
- 60 gr de nueces
peladas
- 1 cubito de caldo
de ave, sal, pimienta,
PREPARACIÓN:
Picamos las nueces no muy finas, rallamos el parmesano y
los otros quesos los cortamos a dados.
Ponemos una olla con abundante agua, sal y la pastilla de
caldo (Es opcional, pero da más sabor.) a hervir. Cuando arranque el hervor
añadimos la pasta y dejamos hacer según las indicaciones del paquete o a
nuestro gusto.
Mientras vamos preparando la salsa: ponemos un cazo de
fondo grueso pequeño con la leche al fuego, añadimos los quesos y dejamos cocer a fuego
lento y removiendo con una cuchara de madera frecuentemente durante
10 minutos hasta que se fundan los quesos y obtengamos una crema. Salpimentamos
con cuidado pues los quesos ya son salados de por sí.
Cuando la pasta esté a nuestro gusto, la escurrimos bien, la volvemos a poner en la olla y
añadimos la salsa y las nueces y mezclamos
bien. Se ha de servir caliente y espolvoreando un poco de pimienta negra recién molida.
Hay gente, sobretodo los niños, que la visión del polvillo negro de la pimienta negra recién molida les molesta, utilizen pimienta blanca para estas ocasiones. Un truquillo que nos explicó la profesora del curso de cocina.
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