Otro
plato de deliciosa pasta. Esta con una salsa especial, el pesto rosso. Menos
conocido que su primo el pesto genovés, es una salsa muy buena y acompaña tan
bien como el genovés a la pasta. Este pesto rosso es originario de la Liguria
italiana. En el anterior blog ya publiqué la receta del pesto que puede ser
utilizado para mojar galletas saladas o crackers.
El
de hoy me ha salido bastante picante, así que tengan cuidado en la adición de
la cayena. Pero dicen los expertos que el picante es bueno para la salud, pues
estimula la secreción de ácidos biliares, facilitando la digestión.
El
queso pecorino se puede sustituir por parmesano, más fácil de encontrar.
Nada
más, vigilen su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 300 gr. de macarrones
-
1 Pote de tomates secos en aceite (370 gr. total/ 180 escurridos)
- 100 gr. de piñones
- 100 gr. de queso pecorino rallado
- 80 gr. de albahaca fresca
- Cayena en polvo, a gusto
- Aceite
- 100 gr. de piñones
- 100 gr. de queso pecorino rallado
- 80 gr. de albahaca fresca
- Cayena en polvo, a gusto
- Aceite
- Queso rallado para gratinar, mantequilla
PREPARACIÓN:
Ponemos a hervir abundante agua con sal y un chorrito de aceite y cuando empiece a hervir añadimos las pasta y revolvemos para que queden sueltos los macarrones. De vez en cuando damos unas vueltas a la pasta. Cuando estén al punto deseado los retiramos, colamos y les pasamos un agua para eliminar el almidón y así no se peguen.
Mientras se hacen ponemos en el vaso de
la trituradora el resto de los ingredientes, los tomates con el aceite que
lleve, la albahaca picada, los piñones, el queso rallado y la cayena según
guste más o menos picante.
Trituramos hasta obtener una salsa
homogénea. Si queda muy seca podemos añadir más aceite.
Los ponemos otra vez en la olla y les
añadimos la salsa, revolvemos bien para que se empapen bien de la salsa. Los
pasamos a una fuente para el horno, los cubrimos con queso rallado y unas
puntas de mantequilla y se gratinan.
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