En
el macizo central francés, está el departamento de Limousin (Lemosin en
occitano) cuya capital es Limoges, famosa por su porcelana.
Es
una región enclavada en la antigua occitania y aún, aunque poco, se habla el
occitano, la “Langue d’oc” que da nombre a la región del Languedoc-Rosellón.
El
occitano fue en época medieval una lengua muy importante y era famosa por los
trovadores que la utilizaban. Tuvo una gran influencia sobre el catalán y en el Valle de Arán aún
se habla una forma de dicha lengua. Posteriormente fue decayendo y actualmente
está casi extinguida a pesar de los esfuerzos de los occitanos por mantenerla.
El
Lemosín es una región rica en ganado vacuno y con una gastronomía interesante, de
ahí proviene el queso de Laguiole, más conocido como tomme si bien es diferente
del queso del mismo nombre que se produce en la Saboya.
Es
una cocina de montaña, con platos fuertes y sencillos como la receta de hoy,
también son conocidos el Milasu, a base de manzanas y el Aligot a base de
patatas y queso. Recetas que próximamente les haré.
La
de hoy, la Flonyarda (Flaunharda o flonharda en occitá) es un pastel típico de
la zona y que se hace para preparar las manzanas ya maduras de una forma rápida
y que son muy abundantes en la región.
Para
el resto de franceses les parece una tarta igual que el caflutis o el millàs y
a veces se le confunde con la célebre Tatin, aunque a la Flonyarda no se le da
la vuelta cuando está cocida.
Este
pastel se puede realizar también con peras, melocotones o albaricoques.
Como
curiosidad decirles que hace días que la tenía preparada, pero no había hecho
la entrada aún y Sabor en cristal,
en su apartado de Cooking for torpes, publicó la Flaugnarde, que es el nombre afrancesado de la receta. Casualidades
de la vida.
En
fin, una receta sencilla y rápida, como muchas de las que les ofrezco, pues de
eso se trata y no elaborar platos muy complicados y raros.
Pruébenla
y repetirán. Las fotos no salieron muy bien, pues la deje enfriar demasiado y
se abrió un poco. Utilicé un molde de pie de 21 cm y me sobró pasta, con la que
hice unas tartaletas individuales, que con un té o un café con leche para
desayunar o merendar están de muerte.
De
fuentes para este post he utilizado la Viquipedia, que es la Wiquipedia en
catalán.
Vigilen
su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 1 pastel
- 500 ml de leche
- 150 gr de harina
- 80 gr de azúcar
- 3 huevos
- 3-4 manzanas golden
- 1 pizca de sal
- 1 chorrito de aguardiente de fruta
- ½ cucharadita de canela en polvo
(Opcional)
- mantequilla para el molde
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 220ºC.
Partimos las manzanas a cuartos, las
pelamos y quitamos el corazón. Para
el molde usado hubo suficiente con 3, pero depende del molde y del tamaño de
las manzanas. También se pueden cortar en láminas.
Aparte en un bol mezclamos el resto de
ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea.
Colocamos las manzanas con la parte del
corazón hacia abajo en un molde untado de mantequilla o cubierto de papel
sulfurizado.
Vertemos sobre las manzanas la mezcla y
llevamos el molde al horno, cocemos unos treinta y cinco minutos según el
horno. Vigilar que no se quemen los bordes.
Dejamos templar antes de desmoldar y
acabamos de enfriar sobre una rejilla.
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