sábado, 30 de marzo de 2013

Conejo al ajillo




Es un plato sencillo pero delicioso. El vino le da un sabor diferente, a veces puede parecer un punto ácido, eso será debido a que el vino lo era en exceso, si ese es el caso añadan un cucharadita de bicarbonato. La receta es una adaptación de una forma de preparar el conejo que me dio la carnicera de un Carrefour, resultó que un día que fui a un super de esa cadena que no era el que habitualmente voy, tenían conejo con ajo y perejil ya preparado para guisar y lo vendían suelto. Decidí comprar y le pregunte a la dependienta como se podía hacer y me dio esa indicación de hacerlo con un poco de vino. Lo probé y quedo muy bueno, por eso decidí hacerle algunas variaciones como el tomillo y la cayena, también utilizo vino blanco.
Me hizo otra sugestión para presentar el plato que otro día lo probaré y si está bien modificaré la receta. Se trata de que cuando esté acabado el plato freímos en otra sartén unas patatas cortadas a cubos pequeños y las echamos por encima de la preparación del conejo. En la foto está presentado con cebolla confitada que compro ya preparada en bote
Como siempre les indico utilicen ingredientes de buena calidad, buena carne, buen vino, no les digo que utilicen un Riesling o un Albariño de calidad, pero tampoco un brik o un vino peleón de marca desconocida. Yo utilice un vino blanco de Sauvignon blanc que elaboraron unos amigos de Sant Sadurni.
Que les aproveche y cuiden su alimentación.


INGREDIENTES:
Para 4 personas

- 1 conejo de más o menos 1,2 Kg. troceado
- 1 botella de vino blanco seco y poco ácido
- Ajo y perejil picaditos
- 1 cucharadita de tomillo molido
- 1 cucharadita de cayena molida (Opcional)
- Sal, pimienta y aceite de oliva virgen
- 200 gr. de cebolla picada fina


PREPARACIÓN:

En una bandeja honda ponemos los trozos de conejo y les ponemos el ajo y el perejil por encima que queden bien cubiertos y echamos un buen chorro de aceite sobre los trozos, tapamos la bandeja con papel film y dejamos toda la noche en el frigorífico.
Al día siguiente en una sartén grande o cazuela ponemos un buen chorro de aceite y freímos la cebolla hasta que este transparente, entonces añadimos los trozos de conejo con el ajo y el perejil. Salpimentamos. Dejamos que el conejo se vaya dorando y a media cocción añadimos la cucharadita de tomillo y la pimienta de cayena si la utilizamos.
Cuando el conejo empiece a dorarse lo cubrimos con el vino blanco y dejamos que se vaya haciendo a fuego medio, dejaremos que quede un poco de líquido. Si el conejo no hubiese quedado blando añadimos agua y volvemos a cocer.
Se puede acompañar de cebolla confitada, arroz blanco, patatas fritas o un poco de ensalada.

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